Una vez se haya dado con una idea o concepto de videojuego viable,
será momento de desarrollarla de una forma más profunda. Para ello
se generará un documento de diseño en el que se profundizarán en conceptos como la historia,
los personajes, el arte, los sonidos, la música, las mecánicas del juego o la programación.
En este punto es habitual realizar pruebas de diseños y prototipos, por lo que es necesario
contar con los perfiles habituales de la industria: productor, programador, artistas 3D,
ingenieros, etc. En esta fase también es habitual empezar a hablar de costes, recursos y
equipo necesario, plazos, etc.